“En la Argentina, el año pasado, un clásico de clásicos de la literatura infantil argentina cumplió 100 años: Cuentos de la selva, de Horacio Quiroga. Hubo algunas reediciones homenaje, de las cuales NOTICIAS POSITIVAS destaca la de la editorial independiente Clara Beter Ediciones, para su colección «Fundadores», con prólogo del poeta, escritor y editor Gito Minore e ilustraciones especiales para cada uno de los ocho cuentos que integran el libro.
Los cuentos se publicaron entre 1916 y 1917 en la revista porteña Fray Mocho, y finalmente, en 1918, se publicaron en libro, con el sello editor de Cooperativa Editorial Buenos Aires.
Escribe Minore en el Prólogo del texto de Clara Beter Ediciones: «Lejos de la fábula moralizante y del didactismo (…), Quiroga ofrece a sus hijos (y luego por extensión a todos los nuestros) un conjunto de relatos en donde las imposiciones del hombre civilizado no rigen, sino que la única ley válida es la de la selva. (…) Es la que a su vez permite que se fortalezcan los lazos de cooperativismo entre animales, y entre ellos y los hombres, formando con ese conjunto no un ecosistema, sino una comunidad de seres interrelacionados física y emocionalmente».
Y concluye: «La presente edición es el cuarto título de la colección «Fundadores» de Clara Beter Ediciones (…) el profundo deseo de volver a editar obras que consideramos fundadoras (…), pero con el agregado del trabajo artístico de muchos nuevos ilustradores, pintores e historietistas».
La ilustración de tapa pertenece a Mariano D’Ángelo, y los cuentos han sido ilustrados cada uno por un ilustrador diferente: Isidoro Reta Duarte («La tortuga gigante»); Luz Sánchez de Feo («Las medias de los flamencos»); Iván Franco («El loro pelado»); Damián Páez («La guerra de los yacarés»); Juan Cacchione («La gama ciega»); Liliana Navarro Ibarra («Historias de dos cachorros de coatí y de dos cachorros de hombre»); Leti Saad («El paso del Yabebirí»), y Juan Castro («La abeja haragana»).
Leer o releer estos ocho cuentos implica recuperar la magia de la prosa y la imaginación de Horacio Quiroga, el autor de los otros cuentos, los Cuentos de amor, de locura y de muerte. Escritos con la misma maestría, estos de la selva están llenos de amor, ternura y humor, que todos los niños sabrán apreciar y atesorar.”
“En la Argentina, el año pasado, un clásico de clásicos de la literatura infantil argentina cumplió 100 años: Cuentos de la selva, de Horacio Quiroga. Hubo algunas reediciones homenaje, de las cuales NOTICIAS POSITIVAS destaca la de la editorial independiente Clara Beter Ediciones, para su colección «Fundadores», con prólogo del poeta, escritor y editor Gito Minore e ilustraciones especiales para cada uno de los ocho cuentos que integran el libro.
Los cuentos se publicaron entre 1916 y 1917 en la revista porteña Fray Mocho, y finalmente, en 1918, se publicaron en libro, con el sello editor de Cooperativa Editorial Buenos Aires.
Escribe Minore en el Prólogo del texto de Clara Beter Ediciones: «Lejos de la fábula moralizante y del didactismo (…), Quiroga ofrece a sus hijos (y luego por extensión a todos los nuestros) un conjunto de relatos en donde las imposiciones del hombre civilizado no rigen, sino que la única ley válida es la de la selva. (…) Es la que a su vez permite que se fortalezcan los lazos de cooperativismo entre animales, y entre ellos y los hombres, formando con ese conjunto no un ecosistema, sino una comunidad de seres interrelacionados física y emocionalmente».
Y concluye: «La presente edición es el cuarto título de la colección «Fundadores» de Clara Beter Ediciones (…) el profundo deseo de volver a editar obras que consideramos fundadoras (…), pero con el agregado del trabajo artístico de muchos nuevos ilustradores, pintores e historietistas».
La ilustración de tapa pertenece a Mariano D’Ángelo, y los cuentos han sido ilustrados cada uno por un ilustrador diferente: Isidoro Reta Duarte («La tortuga gigante»); Luz Sánchez de Feo («Las medias de los flamencos»); Iván Franco («El loro pelado»); Damián Páez («La guerra de los yacarés»); Juan Cacchione («La gama ciega»); Liliana Navarro Ibarra («Historias de dos cachorros de coatí y de dos cachorros de hombre»); Leti Saad («El paso del Yabebirí»), y Juan Castro («La abeja haragana»).
Leer o releer estos ocho cuentos implica recuperar la magia de la prosa y la imaginación de Horacio Quiroga, el autor de los otros cuentos, los Cuentos de amor, de locura y de muerte. Escritos con la misma maestría, estos de la selva están llenos de amor, ternura y humor, que todos los niños sabrán apreciar y atesorar.”