barro para las monas de seda habla de lo roto, lo descascarado, como una dicotomía con lo íntegro que se va texturizando poema a poema. La obra nos convida de un inventariado del yo poético, sosteniendo una mirada social, feminista, apropiándose del lenguaje inclusivo. Se embarra en el dolor, las pérdidas, aquello que no se nombra, los vínculos familiares, el arquetipo de afrodita, retrata atardeceres hasta llegar a la utopía y el sol.
Como la cita de Leonard Cohen que abre el libro: “hay una grieta en todo/ así es como entra la luz”.
barro para las monas de seda habla de lo roto, lo descascarado, como una dicotomía con lo íntegro que se va texturizando poema a poema. La obra nos convida de un inventariado del yo poético, sosteniendo una mirada social, feminista, apropiándose del lenguaje inclusivo. Se embarra en el dolor, las pérdidas, aquello que no se nombra, los vínculos familiares, el arquetipo de afrodita, retrata atardeceres hasta llegar a la utopía y el sol.
Como la cita de Leonard Cohen que abre el libro: “hay una grieta en todo/ así es como entra la luz”.