Cuando leemos los poemas que conforman el último libro de Silvia Traverso, Con los ojos abiertos, experimentamos la sensación de caminar por sus versos al ritmo de una sensibilidad delicada que percibe, en lo cotidiano y simple, lo profundo, inmutable, esencial. Su título es una invitación a estar alerta, expectantes, atentos a la vida que se escapa entre los dedos, silenciosa e inevitable.
Al adentrarnos en el mundo poético, se suscitan innumerables cuestiones ineludibles. El lector podrá encontrar las respuestas o quizás una suerte de sugerencias e indicios para poder arribar a sus propias conclusiones. La voz de la autora resuena en cada uno y despierta la sensibilidad para ver más allá de lo cotidiano, de la rutina.
Miriam Gravagno- María Julia Filippini
Cuando leemos los poemas que conforman el último libro de Silvia Traverso, Con los ojos abiertos, experimentamos la sensación de caminar por sus versos al ritmo de una sensibilidad delicada que percibe, en lo cotidiano y simple, lo profundo, inmutable, esencial. Su título es una invitación a estar alerta, expectantes, atentos a la vida que se escapa entre los dedos, silenciosa e inevitable.
Al adentrarnos en el mundo poético, se suscitan innumerables cuestiones ineludibles. El lector podrá encontrar las respuestas o quizás una suerte de sugerencias e indicios para poder arribar a sus propias conclusiones. La voz de la autora resuena en cada uno y despierta la sensibilidad para ver más allá de lo cotidiano, de la rutina.
Miriam Gravagno- María Julia Filippini