Creer en improbables es una venganza exacta, por eso es mucho más que un libro, es una obra completa. Días antes de morir, Fernando le reveló a su compañera que tenía un poemario terminado, le pasó el archivo y le dijo que esos versos debían nacer. Y acá está la obra de Fernando, la cual podemos sentir inconclusa, porque él no decidió que sea así de breve, lo decidió la vida, o sea, la muerte. Me hace pensar en la obra de Rulfo, o en la de Salinger, de una extensión mínima por decisión propia, pero de una contundencia total para toda una generación y para las que vendrán. Evidentemente, a las obras hay que dejar de catalogarlas o valorarlas por su longitud, sino por su resonancia, por su impacto, por su belleza, por su venganza.
Creer en improbables es una venganza exacta, por eso es mucho más que un libro, es una obra completa. Días antes de morir, Fernando le reveló a su compañera que tenía un poemario terminado, le pasó el archivo y le dijo que esos versos debían nacer. Y acá está la obra de Fernando, la cual podemos sentir inconclusa, porque él no decidió que sea así de breve, lo decidió la vida, o sea, la muerte. Me hace pensar en la obra de Rulfo, o en la de Salinger, de una extensión mínima por decisión propia, pero de una contundencia total para toda una generación y para las que vendrán. Evidentemente, a las obras hay que dejar de catalogarlas o valorarlas por su longitud, sino por su resonancia, por su impacto, por su belleza, por su venganza.