Mientras la búsqueda metafísica atraviesa la obra de comienzo a fin, lo enrevesado tiende a depurarse y el silencio se hace eco de sí mismo. Bajo la forma breve, prevalece un sentido atemporal donde el sosiego y el tedio convergen, aventurándose a la existencia con el vértigo de una cadencia infinita.
Mientras la búsqueda metafísica atraviesa la obra de comienzo a fin, lo enrevesado tiende a depurarse y el silencio se hace eco de sí mismo. Bajo la forma breve, prevalece un sentido atemporal donde el sosiego y el tedio convergen, aventurándose a la existencia con el vértigo de una cadencia infinita.