La voz que narra abraza a los lectores, a veces en una cálida tercera persona, otras desde una cómplice primera. Los invita así a mirar desde muy cerca cada una de las historias que Gito Minore apiló en El día que mi padre lloró, su más reciente libro de cuentos, editado bajo el abrigo de Clara Beter Editores. Los diez relatos que integran la edición son un reflejo generacional: plagados de marcas de la juventud noventosa que pintan no sólo espacios sino también personajes que caminan, viven y sienten contextos cercanos, tanto geográfica como temporalmente, los diez paisajes de letras resuelven de manera original situaciones que, aunque amaguen, no son para nada fantasiosas.
La voz que narra abraza a los lectores, a veces en una cálida tercera persona, otras desde una cómplice primera. Los invita así a mirar desde muy cerca cada una de las historias que Gito Minore apiló en El día que mi padre lloró, su más reciente libro de cuentos, editado bajo el abrigo de Clara Beter Editores. Los diez relatos que integran la edición son un reflejo generacional: plagados de marcas de la juventud noventosa que pintan no sólo espacios sino también personajes que caminan, viven y sienten contextos cercanos, tanto geográfica como temporalmente, los diez paisajes de letras resuelven de manera original situaciones que, aunque amaguen, no son para nada fantasiosas.
