Estos doce cuentos, acompañados de grabados, nacieron en el “fra- quassare”: en el medio del caos, de rotura en mil pedazos, entre turbulencias. Constituyen un universo mínimo, pequeño donde los personajes atraviesan vicisitudes que los fracasos del sistema, de las instituciones hoy rotas como la familia o las relaciones intergeneracionales, los obligan a transitar. Con humor unos, otros con ironía, recrean instantes en la vida que se encuentra en tensión con el medio. No son relatos de héroes ni de heroínas. Son relatos de simples seres humanos opacos cuya vida vamos a espiar como a través de una vieja ventana de celosía. Desde su particular perspectiva, los grabados ayudan a generar ambientes y temáticas relacionadas con el deseo, la locura, la soledad, el consumo, la traición, los cuerpos y, sí, la frustración y el fracaso.
Estos doce cuentos, acompañados de grabados, nacieron en el “fra- quassare”: en el medio del caos, de rotura en mil pedazos, entre turbulencias. Constituyen un universo mínimo, pequeño donde los personajes atraviesan vicisitudes que los fracasos del sistema, de las instituciones hoy rotas como la familia o las relaciones intergeneracionales, los obligan a transitar. Con humor unos, otros con ironía, recrean instantes en la vida que se encuentra en tensión con el medio. No son relatos de héroes ni de heroínas. Son relatos de simples seres humanos opacos cuya vida vamos a espiar como a través de una vieja ventana de celosía. Desde su particular perspectiva, los grabados ayudan a generar ambientes y temáticas relacionadas con el deseo, la locura, la soledad, el consumo, la traición, los cuerpos y, sí, la frustración y el fracaso.
